Bienvenida la decisión del gobierno nacional de retomar la discusión sobre los impuestos a la nómina, es decir, los parafiscales.
La exagerada contribución parafiscal es un freno a la creación de empleos en Colombia y una de de las principales limitaciones a la formalización del trabajo en las regiones del país. Pereira es una de las ciudades de Colombia, donde se evidencian las consecuencias que los impuestos a la nómina generan en el mercado laboral y se reflejan claramente en altas tasas de desempleo y en elevados niveles de informalidad, acompañados de una gran proliferación de invasiones sobre el espacio público. Contrario a lo que ocurre en otros países, donde la tendencia es a aumentar los incentivos a la generación de empleo formal, en Colombia los cargos a la nómina han aumentado del 44,3% en 1992 al 58,1% en 2012. Una cifra demasiado alta, que limita la competitividad de Colombia frente a otros países de América Latina. En Chile los cargos a la nómina son sólo del 7,5% y en Peru del 13,5% (Fedesarrollo, Tendencias Económicas, Enero de 2012). El desempleo en Colombia ha sido alto. En la última década ha estado alrededor del 13% y no ha variado, se ha mantenido en esos niveles, incluso cuando el país ha registrado tasas de crecimiento superiores al 6%. En ese mismo período la informalidad laboral se mantuvo cerca al 55%. El problema del desempleo en Colombia no es consecuencia de las tasas de crecimiento económico, sino de los bajos incentivos para reducirlo.