Las pérdidas mundiales de empleo por la crisis del coronavirus podrían superar los 25 millones que se estimaban hace unos días, dijeron funcionarios de la ONU, justo cuando las solicitudes de subsidios de desempleo en Estados Unidos subieron a un récord y mostraron la magnitud del desastre económico.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), un organismo de la ONU, había estimado hace una semana que, basándose en diferentes escenarios para el impacto de la pandemia en el crecimiento, las filas de desempleados en el mundo aumentarían entre 5,3 millones y 24,7 millones.
Sin embargo, Sangheon Lee, director del departamento de política de empleo de la OIT, dijo a Reuters en Ginebra el jueves que la escala de desempleo temporal, los despidos y el número de peticiones de ayuda por desempleo fue mucho más alto de lo esperado.
«Estamos tratando de tener en cuenta el impacto masivo temporal en nuestro modelo de estimación. La magnitud de la fluctuación es mucho mayor de la esperada», señaló. «La proyección será mucho más alta que los 25 millones estimados».
La crisis financiera mundial de 2008/2009 aumentó el desempleo mundial en 22 millones de personas.
En Estados Unidos, donde las medidas para contener la pandemia han detenido repentinamente al país, la cantidad de personas que presentaron solicitudes de beneficios por desempleo aumentó a más de 3 millones la semana pasada.
El total rompió el récord de 695.000 de 1982. Economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que los pedidos aumentarían a 1 millón, pero algunas estimaciones eran tan altas como 4 millones, según datos recabados por la agencia británica de noticias Reuters-Thompsom.
Los datos se agregaron a un escenario alarmante esbozado por James Bullard, presidente del Banco de la Reserva Federal de St. Louis, quien advirtió que hasta 46 millones de estadounidenses, casi un tercio de los trabajadores, podrían perder sus empleos en el corto plazo.
Países de todo el mundo han sentido el intenso dolor humano y económico provocado por el coronavirus, que ha infectado a más de 480.000 personas, ha matado a más de 21.000 y se espera que desencadene una recesión mundial.
En India, donde el primer ministro Narendra Modi anunció una cuarentena nacional de 21 días esta semana para detener la propagación de la enfermedad, los gremios de empresas advirtieron que la pérdida de empleos podría llegar a las decenas de millones.
Garish Oberoi, tesorero de la Federación de Asociaciones de Turismo de India, dijo a Reuters que el grupo estima que podrían perderse alrededor de 38 millones de empleos solo en el sector del turismo y la hotelería.
Entre los más afectados estarán los aproximadamente 120 millones de trabajadores migrantes de India, para quienes la cuarentena significa que los salarios desaparecen. Muchos no pueden pagar el alquiler o la comida en las ciudades y, con los sistemas de transporte paralizados, muchos tendrán que caminar cientos de kilómetros para regresar a sus aldeas.
En Europa, Francia está haciendo todo lo posible para convencer a las empresas de que no despidan empleados, incluso a través de un esquema que les permite reducir las horas de trabajo sin que el trabajador sufra un golpe salarial.
En Gran Bretaña, el gobierno dijo que 477.000 personas solicitaron en los últimos nueve días un pago para ayudar a los desempleados o personas con bajos ingresos. El grupo de expertos de la Resolution Foundation, que maneja el subsidio, dijo que hubo un aumento de más del 500% frente al mismo período de 2019.
La tasa de desempleo de Irlanda podría elevarse a alrededor de un 18% en el verano boreal desde el 4,8% del mes pasado, dijo el jueves el grupo de expertos del Instituto de Investigación Económica y Social, que proyecta una recesión con una contracción de la producción de un 7,1% en 2020.
«El desempleo es extremadamente sensible y volátil en respuesta a la actividad económica, eso es bastante preocupante en nuestra opinión», dijo Lee, de la OIT.
«La percepción de las empresas es que tal vez llevará más tiempo volver a las actividades normales», señaló. «Están tomando decisiones rápidas para ajustar su fuerza laboral en lugar de mantener a los trabajadores».