¿Puede influir la Bolsa en sus finanzas personales aunque no haya comprado ni una sola acción en toda su vida? ¿Puede que su día a día esté dirigido por los designios de los mercados de valores hasta puntos insospechados? ¿Puede que incluso la relación con su jefe o con sus compañeros de trabajo esté fuertemente influenciada por algo tan abstracto como la regulación de las plazas bursátiles?…