Un empleado servil que siempre tiene un «sí, señor» para su jefe y un momento para enaltecer el ego de su superior parece ser el sueño de todo líder. O al menos eso se creía. Sin embargo, nuevos datos confirman que los grandes directivos no siempre quieren que estén de acuerdo con sus estrategias y opiniones. Los expertos aseguran que la prioridad en muchos casos la tienen los empleados que…