La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó a través de un informe que las medidas de confinamiento de los países afectados por la pandemia del Covid-19 reducirá el 10,5% la cantidad de horas laborales en el segundo trimestre de este año, lo que equivale a una pérdida de 305 millones de empleos a tiempo completo a nivel mundial, de los cuales 31 millones de los afectados pertenecen a la región de América Latina y el Caribe.
Esta nueva estimación representa un incremento del 56,41% con respecto a evaluaciones anteriores, cuando se prevenía una contracción de 195 millones de puestos de trabajo en el segundo trimestre del 2020 a inicios del año.
Según el modelo de previsión a muy corto plazo de la OIT, se estimó que a nivel mundial el número de horas de trabajo disminuyó alrededor del 4,5% (representando 130 millones de empleos a tiempo completo) en el primer trimestre de 2020, suponiendo un trabajo de 48 horas semanales, en comparación con los últimos datos arrojados en 2019.
Sin embargo, la organización no descarta que las estimaciones puedan incrementarse a lo largo del año conforme se desenvuelven las acciones socioeconómicas y políticas de los países afectados.
“El posible incremento del desempleo mundial durante 2020 dependerá sustancialmente del comportamiento de la economía mundial en el segundo semestre del año y de la eficacia de las medidas políticas para preservar los empleos existentes e impulsar la demanda de mano de obra una vez que la fase de recuperación haya comenzado”, expresa el texto.
A un nivel regional, el ente multilateral señala que las Américas prevé una pérdida de horas de trabajo en el segundo trimestre de 2020 del 12,4% en comparación con los niveles anteriores a la crisis; mientras, en Europa y Asia Central, el descenso se estima ahora en el 11,8%.
Informalidad vulnerable
Para la OIT, uno de los sectores más afectados por la pandemia es el empleo y la economía informal en los países económicamente inestables, en donde el 76% de dicho sector se ha visto afectado por el Covid-19 a nivel internacional, ubicando la cifra a unos 1.600 millones de personas.
Frente a estos datos, se prevé que unas 158 millones de personas que trabajan en condiciones de informalidad en América Latina y el Caribe, que representan al 54% del empleo total en la región, habrían visto reducidos sus ingresos hasta en 89%. Esta población “está en alto riesgo de perder medios de subsistencia por las restricciones en la actividad económica”, aumentando los niveles de pobreza relativa.
Dentro de las estrategias que promueve el organismo están el financiamiento y apoyo de los entes multilaterales, las estrategias de financiamiento para las empresas privadas a corto y largo plazo, así como programas estructurados de apoyo financiero a los comerciantes informales, en donde “se debe dar prioridad a los programas exitosos y ampliarlos, como las transferencias en efectivo y los programas de ayuda alimentaria y de alojamiento”.
Al mismo tiempo exhortan a los países que empiecen a implementar planes de inversión para aumentar y fortalecer los empleos en los sectores privados y públicos cuando se relajen las medidas de confinamiento, con el fin de resguardar el bienestar económico de la población y “ofrecer información oportuna sobre el estado de las medidas de contención y de las estrategias de salida”.