La crisis económica y la falta de trabajo invitan a abandonar el nido y considerar como patria «el mundo entero». Los países más prósperos se dibujan como el mejor hogar de acogida para expatriados por la gran cantidad de oportunidades de trabajo que ofrecen. Sin embargo, la riqueza se pliega sobre si misma y cierra compuertas a todo a aquel foráneo que no vaya a contribuir a aumentarla….