Según la Oficina del Censo, casi el 8% de las familias estadounidenses ganaron más de $ 200,000 por año en 2017, en comparación con el 5,7% una década antes.
La riqueza en ciudades como San Francisco y Nueva York ha crecido a un ritmo aún más rápido, gracias a los empleos bien remunerados en la industria tecnológica y en Wall Street.
Eso condujo a una agrupación de lo que algunos expertos llaman «trabajo de riqueza» en ciudades costeras como Boston y San Francisco, así como en ciudades turísticas como Hilton Head, Carolina del Sur y Kahului, Hawai, según Brookings.
Aunque los estadounidenses sin títulos universitarios han sido expulsados del mercado laboral en las últimas décadas, una nueva carrera profesional atrae: trabajar para los ricos.
Esta nueva «clase de servicio» atiende a los patios, niños, mascotas, belleza y otras necesidades de los hogares ricos, según los expertos en políticas de The Brookings Institution.
Para aquellos que carecen de un diploma, estos trabajos representan el segmento de más rápido crecimiento del mercado laboral, según el grupo de expertos, que cita datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU.
Los trabajos de riqueza suelen pagar un promedio de menos de $ 36,000 por año, en comparación con el ingreso anual típico de los EE. UU. de más de $ 50,000. Y a menudo faltan beneficios y otras formas de seguridad. Eso tiene implicaciones preocupantes en una economía donde 2 de cada 3 trabajadores adultos carecen de un título universitario, señalan los expertos de Brookings.
Los estadounidenses con solo los beneficios de una educación secundaria, o menos, alguna vez trabajaron en fábricas de acero y en el grupo de secretariado de la oficina, ganando sueldos y beneficios sólidos de la clase media.
Gracias al doble golpe de la automatización y el comercio global, en las las últimas décadas hemos visto como han desaparecido esos trabajos estables. Ese tipo de trabajo ha sido reemplazado en gran medida por trabajos de servicio que atienden a personas más ricas, según muestra una investigación económica.
En otras palabras, la nueva forma de trabajo, con profesionales mejor pagados, con educación universitaria en un extremo y trabajadores de servicios mal pagados en el otro, es un «signo de nuestros tiempos desiguales«.
Para los acomodados, mientras tanto, contratar trabajadores de servicios tiene sentido financiero.
«Es la misma razón por la que hago que alguien venga a limpiar mi casa», dijo Sue Forrest, de 58 años, a Associated Press sobre su decisión de contratar chefs personales y otros trabajadores. «Voy a pasar ese tiempo trabajando y puedo ganar tres o cuatro veces más de lo que estoy pagando».
Si bien estos trabajos son cada vez más abundantes, hay un inconveniente. El salario es considerablemente más bajo que el trabajo típico de los EE.UU., Y ciertamente más bajo que los trabajos en fabricas y oficinas, una vez disponibles para aquellos sin educación universitaria.
Según los expertos si el segmento de más rápido crecimiento del mercado laboral no universitario continúa girando en torno a tareas serviles que involucran el cuidado y la alimentación de los ricos, es difícil ver cómo un gran número de trabajadores mantendrán medios de vida dignos y acumularán habilidades para avanzar a niveles más altos.
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