El estallido social que se originó en octubre pasado no sólo ha planteado nuevos paradigmas e intereses en la sociedad chilena, sino que también ha modificado nuestro quehacer diario. Multitudinarias manifestaciones y hechos de diversa envergadura han provocado cambios de horario en la atención de diversos tipos de servicios, como en el ámbito financiero, retail y en el desarrollo de trámites legales vinculados con la solicitud de documentos en instituciones públicas.
Lo anterior ha impulsado una reacción de distintas instituciones financieras como bancos y también a entidades comerciales a utilizar nuevos mecanismos de relacionamiento con sus clientes y en forma totalmente remota, lo que ya se ha transformado en toda una tendencia. Es en este ámbito donde la verificación de identidad a través de procesos biométricos se presenta como una oportunidad.
El CEO de TOC Biometrics, Ricardo Navarro, destaca que “Chile es un país acostumbrado a la realización de trámites producto de nuestra idiosincrasia. Si bien es momento que este tipo de acciones adquiera un perfil sustentable, la verificación de identidad remota podría haber facilitado muchos procesos en los últimos meses. Por ejemplo, hoy la banca se ha modernizado haciendo que los clientes eviten tener que ir a las sucursales en forma presencial”.
Sin embargo, el ejecutivo asegura que aún queda mucho por hacer en esta área, dado que en Chile y hasta 2018, existían más de 25 millones de abonados móviles, según cifras de la subsecretaría de Telecomunicaciones. Es decir, la gran población del país dispone de un aparato de telefonía celular.
Con este antecedente, afirmar que con tan sólo una selfie y mediante fotografías por ambos lados del carnet de identidad se podría aprobar un préstamo bancario o disponer de un certificado, evitando horas de espera en una oficina y prescindiendo de la utilización de papel, hoy es una realidad.
Y es que los chilenos están poco acostumbrados a conceptos como la firma electrónica avanzada o a la idea de la verificación de identidad facial mediante inteligencia artificial. En TOC Biometrics han desarrollado estas tecnologías que cuentan con altos estándares mundiales de precisión y visión artificial dirigidos a evitar fraudes electrónicos.
“La biometría facial y la firma electrónica avanzada tienen atributos que son muy llamativos para la ciudadanía. Se resuelven trámites en forma remota, rápida y eficiente, a la vez que como país nos acercamos a la vanguardia en las tecnologías del futuro a través de nuestra tecnología, denominada LegalSign. Este tipo de herramientas tienen una enorme aplicabilidad: se pueden emplear en la firma de contratos de trabajo, procesos de recursos humanos y en metodologías de venta relacionados al e-commerce”.
Un estudio de la firma Gartner señala que un empleado de oficina promedio utiliza 10 mil hojas de papel al año, lo que es equivalente a 20 resmas de papel ($200 mil pesos). Esto significa que una empresa de 200 empleados gasta en papel $40 millones de pesos, es decir, alrededor de 3% de sus ingresos. Así, la biometría y la firma electrónica avanzada podría ahorrar un gran porcentaje del costo indicado.
El CEO de TOC Biometrics, comenta que estas nuevas tecnologías van muy en línea con la conciencia medioambiental que hoy existe en el mundo: “Estamos siendo protagonistas de nuevos paradigmas. Hoy las personas no sólo buscan ahorrar tiempo, sino también vincular beneficios con principios sustentables. La ciudadanía está cada vez más comprometida con la reducción de sus huellas de carbono, lo que es aplicable al comportamiento de organizaciones tanto públicas como privadas”.