¿Renovarse o morir? Es el desafío actual de los profesionistas. Este popular dilema, que se puso de moda años atrás, vuelve con mayor fuerza en el ámbito organizacional. Ya no como un deseable sino como algo indispensable para cualquier colaborador que desee mantenerse vigente en un entorno cada vez más competitivo.
El mundo está cambiando de forma tan acelerada que de no evolucionar a su ritmo, podría costarnos el puesto e incluso el futuro de nuestra carrera laboral.
Es una realidad que con la adopción de nuevos modelos de negocio, las organizaciones requieren un cambio en el talento. Dicha transformación no resulta por nada menor, especialmente si nos basamos en la predicción de que para el año 2025, el 50 % de las posiciones que actualmente conocemos en una empresa no van a existir, y las nuevas profesiones o actividades no se vislumbran aún en el camino.
Antes de preocuparte por la continuidad o vigencia de tu puesto, mi propósito en estas líneas es orientarte y compartirte útiles recomendaciones que te permitan darle versatilidad a tu rol profesional.
La palabra renovación para mí es sinónimo de oportunidad. Oportunidad de transformarme, de acercarme a la mejor versión de mí, profesional y personalmente. No siempre debemos ver al cambio como algo negativo; en el contexto profesional, se trata de algo más práctico y sencillo, como el estudiar un diplomado, introducirnos a temas de innovación, o leer un poco más sobre tecnología, entre otros ejemplos.
Cabe aclarar, que no sólo se requiere seguirnos preparando en nuestra materia, sino desarrollarnos en puntos que den contrapeso a las disciplinas que manejemos, para que nos abran panoramas que nos hagan crecer.
Resulta peligroso creerse exento a cualquier renovación. Todos, sin importar nivel o giro en el que nos desempeñemos, tenemos cosas nuevas que aprender y respuestas por conocer. Quizá la parte difícil sea saber cuándo es el momento preciso para llevar a cabo esta transformación.
Existen señales que pueden avisarnos que ya es tiempo. La primera, y más importante, es que los resultados esperados no se estén dando; una más es ver que como líder no logramos que el equipo visualice su sueño y trabaje en consecuencia. Otra es identificar que existen más formas de hacer las cosas y que no estemos preparados para ellas; es decir, que el mundo evolucione y nosotros no.
Por último, la cuarta y una de las más claras, es que nos percatemos que nuestra posición está siendo sustituida por alguna otra.
Asimismo, en lo que respecta a la parte personal, existen también avisos que es indispensable considerar, como lo es el darnos cuenta que ya no existe tanta motivación en los retos a afrontar, que hacemos las cosas de forma automatizada y sin ningún esfuerzo. O incluso, el hecho de que todo nuestro ecosistema esté evolucionando y se hable de temas que para nosotros ya no son tan claros o son difíciles de entender.
Es importante tener en mente que a lo largo de este proceso se pueden presentar obstáculos. El más fuerte, sin duda, es el miedo. Definitivamente, como seres humanos no nos agrada salir de nuestra zona de confort; lo vemos como un monstruo que puede orrillarnos a perder el control de las cosas.
Si ya detectaste que la reinvención profesional en tu caso es necesaria, te comparto cinco recomendaciones para lograrlo de forma exitosa:
Definitivamente, la renovación profesional es algo indispensable. Perdámosle el miedo y aprovechemos que acabamos de pasar el primer trimestre del año para darnos a la tarea de pensar si lo que estamos haciendo hoy nos va a ayudar a llegar a donde queremos estar mañana; de no ser así, hagamos los ajustes necesarios y reinventémonos para crecer y vivir plenamente.
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