La suculenta oferta de una clínica de Tokoroa, un pueblo de Nueva Zelanda, ha dado la vuelta al mundo en cuestión de horas. Alan Kenny, copropietario de la consulta médica, lleva un tiempo buscando a otro doctor con el que compartir su elevada carga de trabajo. A pesar de las buenas condiciones del puesto, Kenny no había recibido ni una sola solicitud y achacaba el desinterés al sentir común de…