De la primera semana de trabajo recuerdo escuchar el teléfono de un compañero y ver a alguien correr desde lejos para contestar la llamada. Mi pensamiento fue: «debe ser muy importante». Cuando sucedió nuevamente, no aguanté la curiosidad y pregunté: «¿cuántas llamadas importantes tienen al día?». Una breve sonrisa dibujada en la cara de mi compañera me hizo ver que mi pregunta no era del todo …