Nadie quisiera toparse con personas difíciles. Evitar al vecino intolerante, al conductor neurótico o a la cajera apática del supermercado, es algo que cualquier ser humano buscaría hacer.
El problema surge, sin embargo, cuando aquel individuo complicado es imposible de evadir, y más aún, cuando se debe tratar a diario con él, cumpliendo objetivos, pero también estrictos mandatos.
Se trata d