El sentimiento de que tu trabajo, tus logros y tus ideas pasan desapercibidas ante el jefe es bastante común en el entorno laboral. Su consecuencia más directa es la desmotivación. Combatirla y hacer visible tu desempeño son objetivos que sólo puedes conseguir tú mismo. Luis Huete, profesor del IESE, explica en su libro Construye tu sueño que «tenemos tres tesoros en forma de recursos personales: la inteligencia, las emociones y la voluntad, que se convierten en hábitos con los que gestionamos el sentimiento cotidiano de eficacia». Esa efectividad es la que debe llevarnos a conseguir resultados de verdad, porque como dice Pablo Maella, consultor de Maella & Partners, «muchas veces pensamos que no se nos reconoce adecuadamente, cuando lo que ocurre es que nuestro desempeño no está siendo tan bueno como pensamos». * Cuando tus logros son positivos, para ganar visibilidad lo fundamental es estar cerca del jefe: que sepa quién eres, qué haces, cómo trabajas y la manera en la que participas para que la empresa alcance sus resultados. También debes esforzarte en hacerle ver cómo contribuyes a que tu propio superior alcance sus objetivos particulares. * Maella recuerda que lo primero es tener ideas que realmente mejoren el trabajo y, sobre todo, sean viables. * A partir de ellas hay que pensar cómo se pueden poner en práctica y de que forma afectan a las personas que te tendrán que apoyar para llevarlas a cabo. Deja de pensar únicamente en tus intereses y céntrate en qué valor añadido tienen para tu entorno. Tu jefe te apoyará más en aquellas en las que comprenda que suponen también un beneficio para la organización y para él mismo. * Otra estrategia útil es desarrollar proyectos y tareas en los cuales esté involucrado directamente el jefe. * Olvídate de la queja. Nadie quiere a una persona negativa a su lado y difícilmente se va a escuchar a alguien que aporta muchos problemas y pocas soluciones. * Evita ponerte en posición de víctima lamentando que no se te reconoce lo suficiente, y de que disminuya tu rendimiento. En lugar de ello, establece un cuidado plan para comunicar, formal e informalmente, los logros significativos que hayas alcanzado. Y, por supuesto, no peques de pedante. Aporta hechos y sé humilde…