La esperada entrevista de trabajo resulta un momento de altísima importancia para quienes optan por el cargo que están esperando. Se trata de uno de los momentos claves dentro del área laboral.
Dicho encuentro es de las primeras impresiones directas que tendrá quien busca trabajo con la empresa en la que desea laborar.
Para dar la impresión correcta hay pasos a seguir, pero también muchos por evitar. âDefinitivamente, hay que evitar cometer errores garrafales que puedan costar el puesto de trabajoâ, comenta Ligia Pirela, experta en el área de recursos humanos.
Los errores se deben evitar desde la preparación previa a la entrevista. âNunca se debe ir mal vestido, contrario al manejo de imagen de la empresa. Si se aspira a un cargo gerencial, no ir de traje es algo negativo. Las mujeres no deben ir muy escotadas ni de faldas cortas, es inapropiadoâ, explica Pirela.
La puntualidad es esencial y, para la experta, llegar tarde causa la peor impresión posible en el entrevistador. âSi se presenta un contratiempo y se avisa con tiempo, está bien. De lo contrario es totalmente inadmisibleâ.
Llegar extremadamente temprano a la entrevista tampoco es bien visto por la empresa. âEs una señal de excesiva ansiedad. Para eso se pone una hora predefinidaâ, añade Wilda Ávila, también experta en recursos humanos.
Ya en el transcurso del encuentro es importante no hacerse dueño de la misma. âEl entrevistador quiere escuchar lo que le interesa a la empresa, no lo que el entrevistado considere. Se siente como una falta de respetoâ, enfatiza la especialista.
Si el entrevistador da la oportunidad de realizar preguntas âno deben ser inquisitivas ni insistentes sobre los próximos pasos antes de obtener el trabajo. Esa desesperación no ayudaâ, según recomienda Pirela.
âEsto va de la mano con la actitud del entrevistado. Hacerte dueño de la entrevista indica un poco de soberbia; quienes son así, generalmente hablan mucho de sus atributos sin aceptar detalles a mejorarâ, señala Pirela.
Es totalmente contraproducente mentir durante una entrevista de trabajo, por lo que la especialista recomienda âjamás exagerar en lo que eres bueno. Quienes entrevistamos sabemos cuándo dicen algo poco verídico, es fácil de detectarâ. En cuanto al lenguaje, Ávila resalta lo importante de uno adecuado para el trabajo para el cual se aspire. âPara profesionales se pide un léxico técnico acorde, quizá con personal operativo se es un poco más flexible. Pero nunca se debe gritar ni hablar muy bajoâ. Lo no verbal también es de suma importancia para Ávila. âDebe sentarse con una postura recta y sin cruzar los brazos. Está terminantemente prohibido llegar comiendo chicle, es un fallo imperdonableâ.
Los nervios y la ansiedad resultan algo muy común, sobre todo si se trata de la primera entrevista de la carrera. Pirela considera que darle rienda suelta al nerviosismo es muy peligroso y es algo que se debe evitar.
âNo se debe dejar que eso supere. Hay que tener claro que el nerviosismo no va a desaparecer en su totalidad, así que no deben preocuparse si hay un poco de esto, porque lo notará más quien entrevisteâ.
Por su parte, Ávila manifiesta que âde saber que se cometió un error, porque podría pasar, se debe rectificar en el acto para que no afecte tanto en el desempeño general de una entrevistaâ.
Ambas expertas coinciden en la cordialidad como un factor de vital relevancia. No saludar ni despedirse es un indicio negativo que da mucho que decir del entrevistado.
Para ninguna de las especialistas existe una entrevista de trabajo totalmente perfecta, pero sí se puede tener un excelente desempeño que cause una impresión grata en la empresa donde se desea desempeñar.
La disposición, el deseo y la preparación para la misma nunca se pueden dejar de lado.
