Además de lidiar con la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, los distintos gobiernos están haciendo todo lo que pueden para intentar mitigar el impacto económico tanto del confinamiento como del distanciamiento social.
Las bolsas internacionales han experimentado vertiginosos descensos, algo que no se había visto en una generación.
Oriente medio no ha sido una excepción… Incluso las naciones ricas del Golfo Pérsico han sufrido las consecuencias con la caída de los precios del petróleo. Los índices de gestores de compras, indicadores de las tendencias económicas, han estado alcanzando mínimos históricos.
En Dubai se están aplicando diversas políticas económicas y paquetes de estímulo de los bancos para ayudar a las empresas a amortiguar el impacto.
Desde mediados de marzo, el Banco Central de los Emiratos Árabes Unidos se movilizó para proteger la economía, respaldando a los bancos y a las empresas con un plan de apoyo económico por valor de unos 65.000 millones de euros.
Una inyección económica a los bancos a coste cero para fomentar los préstamos. También liberaron efectivo de las “reservas de capital” que son los fondos obligatorios de los bancos.
El paquete de medidas está dirigido a la venta al por menor, especialmente las PYME, pero también los sectores más afectados dentro del mundo empresarial.
Según una encuesta de prestamistas financieros, estas medidas de apoyo han infundido confianza. El 42% de los encuestados en los Emiratos Árabes dijeron que creían que sus empresas podrían volver a la normalidad en 3 o 6 meses.
Además, el 64% de los encuestados tenían mucha confianza en la capacidad de su empresa para tener éxito en el futuro, en comparación con el 48% a nivel mundial.
Tanto en los Emiratos Árabes, como en otros lugares, algunos sectores sufrieron una caída de la demanda sin precedentes, pero otros vieron un enorme crecimiento.