Esta nueva década ha comenzado con un panorama desafiante, inédito para cualquier capítulo de la historia mundial. Por un lado, hay un escenario de crisis que se venía manifestando desde el año pasado y una guerra comercial entre las dos economías más poderosas del mundo; y por otro, en estos últimos tres meses, la aparición de una pandemia que ha paralizado a todas las industrias en cada rincón del planeta.
Tan solo a finales de marzo, los medios de comunicación en Estados Unidos emitían una alerta por el desempleo de más de 3 millones de personas; sin embargo, esto solo era la antesala para una expectativa de más de 15 millones de personas que se quedarían sin empleo y sin la posibilidad de participar en la dinámica económica global (ni como trabajadores, ni como consumidores).
Las autoridades gubernamentales y expertos en economía vaticinan una caída de proyección de crecimiento, de entre el 5% y 10%, desde la postura menos pesimista posible.
La misma pandemia también ha hecho de lado la discusión en el tema del precio del petróleo, para dar pie a la situación de desabasto de insumos médicos, necesarios para tratamiento de Covid 19 que se ha expandido por todo el planeta. Pocos países, estaban preparados para dar batalla, a través de su sistema de salud, a este virus que acecha y que muchos expertos aseguran que se quedará para configurar un nuevo estilo de vida y una nueva manera de hacer negocios en el mundo.
Tan solo un ejemplo es el resguardo en casa de la población mundial y la transformación de algunas industrias para colaborar con el combate a la propagación de dicho virus. Empresas ajenas a la industria de salud, suman esfuerzos y utilizan su infraestructura para abastecer de equipo de protección al personal médico que se encuentra en el frente de dicho combate.
El impacto del Covid-19 ha sido profundo en el mundo de los negocios y la economía en general. A nivel global, y México no es la excepción, los gobiernos han decretado cuarentenas parciales o totales que han obligado a las organizaciones a adaptarse a estas nuevas condiciones. Si la idea de hacer teletrabajo era algo que algunas empresas o áreas específicas podían llevar a cabo, la realidad aceleró su adopción de manera masiva.
En TCS México también experimentamos este proceso. Hoy más del 95% de nuestros seis mil asociados en Guadalajara, Querétaro y Ciudad de México ya se encuentran trabajando de manera remota y segura desde sus casas. El desafío era no sólo asegurarnos que nuestros asociados no se expusieran innecesariamente a los riesgos de la pandemia, sino que además debíamos hacerlo sin afectar nuestra continuidad operacional y los servicios que nuestros clientes necesitan para seguir operando.
De esta experiencia podemos observar dos aspectos claves que marcarán el rumbo de las empresas cuando comencemos a funcionar en un mundo post-Covid-19:
Los ejecutivos de las empresas ya deben estar pensando en cómo van a emerger de esta crisis. La duda que queda por responder es si serán capaces de adaptarse a la realidad que se impone en este Nueva Normalidad.
Ante todo esto, ¿cómo puede un negocio responder de manera similar y servir a sus clientes durante este momento inédito? Quizás estos enfoques puedan ser considerados mientras vemos las manecillas correr en estos tiempos inciertos:
Las organizaciones que entiendan esta pandemia como una oportunidad para transformar su negocio de acuerdo con las necesidades de sus clientes, son las que lograrán salir adelante y estarán definiendo su industria en esta nueva era venidera.
Empresas de alojamiento privado. Actualmente trabajan con proveedores de vivienda para ofrecer alojamiento gratuito a más de 100 mil trabajadores médicos que necesitan estar cerca de su centro de salud y quizás, hasta aislados de sus familiares, para prevenir cualquier contagio.
Servicios de streaming de música y video. Quienes ofrecen pruebas gratuitas extendidas de sus servicios.
Empresas de tecnología. Quienes habilitan sus plataformas de comunicación en línea de manera gratuita para trabajo colaborativo. En ellas es posible realizar reuniones remotas, colaboración en tiempo real y envío de documentos entre los equipos.
Otras empresas, como TCS México liberan plataformas más enfocadas en la educación en línea, como TCS iON Digital Glassroom, donde profesores y alumnos de cualquier nivel educativo pueden acceder para continuar con las lecciones escolares, bajo un sistema que te permite interactuar, compartir documentos, participar en foros de aulas virtuales, entre otros.
Adicional a esta empatía con los clientes, el escenario económico mundial obligó a tomar medidas inmediatas para adaptarse a la nueva dinámica de hacer negocio.
Empresas que ya estaban orientando su visión, para un mundo que les exige garantizar la resiliencia y la adaptabilidad durante tiempos difíciles, si bien no conocían la magnitud y la velocidad con la que todo cambió, tenían un paso más adelante al respaldarse de plataformas, como Business 4.0, para sobrellevar esta transformación de una manera menos complicada, tanto para asociados, como para sus clientes.
Esto les brinda la capacidad de soportar los embates que su industria debe superar, facilita la continuidad del negocio y sienta las bases para un nuevo liderazgo en su entorno y en la nueva configuración que se avecina.
¿Ven estas empresas una oportunidad comercial a futuro? Por supuesto.
¿Están contribuyendo a la necesidad actual de sus clientes? Absolutamente.
Este es un buen momento para que las empresas echen un vistazo a sus productos y servicios, monitoreen cómo se transforma su industria y las necesidades de sus clientes.