Dicen que una parte importante de lo que somos es consecuencia de las circunstancias que nos rodean, las personas que nos influyen, el entorno y las opiniones ajenas.
Podría decirse que, hasta la llegada de Internet y las Redes Sociales, esas influencias estaban más o menos controladas. Tus padres, tus amigos, tus jefes, algunos personajes populares, tus profesores Más o menos existía un grupo limitado de generadores de opinión con cara y ojos que afectaban a tus decisiones.
Hoy eso ya no es así. Cada día, a todas horas y a través de múltiples canales recibimos impactos que nos dicen lo que es correcto y lo que no. Pero todavía sucede algo más grave, me refiero a que, como hoy todos somos somos personajes públicos, cualquiera puede tratar de influir o modificar las opiniones que hemos expresado en un canal virtual.
Y reconozco que hay que tener unas ideas y unos principios muy claros para no verse afectado por lo que cualquier indocumentado pueda comentar sobre ti o sobre tu trabajo. Y esto está íntimamente relacionado con la Marca Personal.
La Marca Personal se basa en el descubrimiento, desarrollo y comunicación de nuestra identidad, nuestros principios y creencias y la forma en que comunicamos todo eso a través de lo que hacemos. El problema es que, como ocurre con el Principio de Indeterminación de Heisenberg, cuando se examinan los procedimientos experimentales por medio de los cuales podrían medirse ciertas variables resulta que la medida siempre acabará perturbada. Es decir que, en cuanto te comunicas con los demás, real o virtualmente, tu mismo vas a ser influido por ellos.
Eso tiene un aspecto positivo y es que las opiniones ajenas te permiten mejorar porque te hacen ser consciente de cosas que desde dentro de ti no percibes. Pero por otra parte, cada opinión, recomendación, crítica o alabanza altera en mayor o menor medida lo que eres. Y si no se gestiona bien, puede acabar consiguiendo que tu Marca Personal sea cada vez menos personal y se convierta en una mezcla heterogénea de lo que crees que los demás opinan de ti.
Supongo que el sistema tiende a eliminar o a controlar a los elementos extraños. Por eso, cuando alguien con una Marca Personal potente, diferente o rara se hace visible, debe asumir que va a tener que enfrentarse a las fuerzas del orden y a los censores dospuntocero. Esto es así.
Esto puede ir desde consejos bienintencionados de la gente que te quiere y te aprecia hasta ataques furibundos, especialmente de quienes no saben ni quién eres ni por qué piensas o actúas así.
Y en estas circunstancias hay que tener las ideas muy claras y/o ser muy valiente para no echarte atrás y volver al redil. Y así es como suele morir una parte importante de Marcas Personales que se reciclan en Marcas Blancas políticamente correctas…