La nefróloga Mirian Torres Garbey, de 64 años, ha estado en diferentes países como cooperante. Antes de viajar a Ecuador en el 2012, trabajaba como jefa territorial del Servicio de Nefrología Pediátrica en la Isla. Ahora está ubicada en el hospital Francisco de Ycaza Bustamante, de Guayaquil.
El convenio entre La Habana y Quito fue suscrito por el entonces ministro de Salud de Ecuador, Miguel Malo, y el embajador de Cuba, Jorge Rodríguez y el diario precisa que «en el acuerdo no se mencionan los nombres de los médicos, el sueldo que tendrán o el sitio donde deberán trabajar o vivir».
Asegura la doctora que «todos saben que no van a recibir el valor que paga Ecuador por cada especialista cubano» y no viajan engañados en ese sentido.
Reciben un «estipendio de entre $700 y $800 para alimentación y transportación y cualquier gusto que se quiera dar; la vivienda es subsidiada» y ella la comparte con otra cooperante cubana.
El Ministerio de Salud de Ecuador transfiere a La Habana el sueldo de un especialista que corresponde a la categoría y es de unos $2.641. Ella recibe unos $800, el 30%, el 70% restante termina en las arcas del Gobierno cubano.