Vivir en contra del reloj, pareciera ser un denominador común entre los trabajadores de hoy. El tiempo se ha trasformado en un bien preciado, es escaso y además inflexible: pasa y no se detiene. Saber cómo gestionarlo, puede ser un gran aliado, sobre todo si se considera que su mala administración no solo trae consigo una baja productividad, sino también aumenta los niveles de estrés y de agotamiento…