Ofrecer más de lo que se pide a cambio en un trabajo o en un negocio para que, a la larga, se consiga construir una buena red de contactos, asegurarse futuras colaboraciones, ganarse la confianza de los jefes y aumentar la capacidad de influencia. Es decir, para poder ganar, primero hay que perder. Este es el revolucionario enfoque laboral del profesor de la Universidad de Wharton Adam Grant para alcanzar el éxito, cuyas principales tesis se recogen en el elogiado ensayo Give and Take: A Revolutionary Approach to Success (Viking Books).
Grant llegó a esta conclusión después de comparar las actitudes de las personas que habían llegado a la cima del éxito laboral o empresarial, frente a las personas que comenzaron bien su carrera profesional pero acabaron fracasando. ¿La diferencia entre unos y otros? Mirar siempre a largo plazo, evitar endeudarse y, lo más importante, anteponer el cumplimiento de los compromisos adquiridos a las ganancias.
Una temeridad que puede buscarte la ruina antes de tiempo, según algunos de los investigadores defensores del win to win en las relaciones laborales, pero una realidad demostrada e, incluso necesaria, para varios de los altos ejecutivos de éxito, como los de Google, Nike, Estée Lauder o McKinsey. Y es que este planteamiento âtiene el poder de transformar no solo a los individuos, sino a las organizaciones empresariales y a la sociedad en generalâ, según defiende su autor, que fue incluido en el ranking de Bloomberg Businessweek sobre los mejores profesores de MBA del mundo…