Las empleadas domésticas de Argentina, que efectúan uno de los trabajos menos regulados y más exigentes en lo físico y lo emocional en toda América Latina, están muy cerca de obtener por primera vez derechos laborales como el resto de los trabajadores del país.
La Organización Internacional del Trabajo estima que unas 14 millones de personas trabajan en este sector en toda la región, y práctica
