Para el tercer trimestre de 2012, el territorio mexiquense contaba con una población ocupada de 6.3 millones de personas; de ellos, 71 por ciento correspondía a los trabajadores subordinados y remunerados, quienes participan en mayor medida en el sector secundario y terciario, siendo este último el de más contribución para la generación de empleos a lo largo de las últimas décadas.
Así lo aseveraron la profesora e investigadora de la Máxima Casa de Estudios mexiquense, Vera Sollova Manenova, y la egresada de la Licenciatura en Economía, Selene Cruz Calderón, quienes al hablar de la calidad del empleo de trabajadores subordinados y remunerados en el Estado de México 2011-2012, destacaron que en el sector terciario las mujeres presentan porcentajes de participación mayores que los hombres, puesto que la participación masculina era de 58.45 por ciento y la femenina de 81.09.
Subrayaron que el sector terciario presenta oportunidades crecientes de empleo para la población femenina; sin embargo, se debe considerar que en este sector se generan más puestos laborales de mala calidad.
Para evaluar la situación de la calidad del empleo, explicaron, se consideró el ingreso, jornada laboral y las condiciones de acceso al servicio médico; de lo anterior, enfatizaron que el grueso de los trabajadores subordinados y remunerados percibía menos de uno y hasta tres salarios mínimos.
En el tercer trimestre de 2012, dijeron, 28.74 por ciento percibía más de dos y hasta tres salarios mínimos, siendo este el nivel de ingreso en el que se concentran más trabajadores subordinados y remunerados; sin embargo, los hombres manifiestan una mayor participación en los ingresos de más de dos y hasta tres salarios mínimos, mientras que las mujeres se encuentran representadas en gran medida en los ingresos de más de uno y hasta dos salarios.
Vera Sollova Manenova y Selene Cruz Calderón comentaron que de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, la situación de desprotección en cuanto a seguridad social de los trabajadores se incrementó entre el tercer trimestre de 2011 y el mismo periodo de 2012.
Pasó, precisaron, de 46.46 por ciento a 47.30 por ciento, un hecho de gran relevancia, puesto que la afiliación a una institución de salud implica el derecho a servicios médicos y derechos de pensión por invalidez, muerte o jubilación, convirtiéndose en un factor de vital importancia, tanto para los trabajadores como para la seguridad de sus familias.