Varias compañías privadas y entidades públicas comenzaron a promover el teletrabajo como medida preventiva ante el coronavirus, con el objetivo de no perder en un cien por ciento la productividad y el ritmo de las actividades laborales. Para muchos una novedad que implica un proceso de adaptación, para otros la intensificación del uso y costumbres propias de empresas y entidades, donde el teletrabajo ya formaba parte de su cultura de trabajo.
En Argentina, hay 970.000 personas que realizan teletrabajo o “Home office”. De este total, 170.000 directamente no asisten a la oficina o lo hacen muy de vez en cuando, mientras que los 800.000 restantes son teletrabajadores mixtos, un sistema que combina tareas a distancia con presenciales. Ante el avance de la pandemia en el país, este número se incrementó en forma exponencial.
“Si bien el teletrabajo son conceptos que escuchamos con frecuencia estos días, desde Virtualmind estamos muy preparados para poder trabajar remoto porque es una práctica habitual en nuestro entorno laboral diario. Dada la situación actual a raíz del coronavirus, hemos implementado la modalidad home office para el 100% de nuestros empleados”, señala Fernando Judzon, COO de Virtualmind.
Las autoridades nacionales están poniendo medidas para frenar la crisis del coronavirus, pero para que estas sean efectivas es necesario el compromiso de todos los ciudadanos y de las corporaciones que integran el sistema laboral actual.
Teniendo en cuenta que la salud está por encima de lo económico, los empleadores y trabajadores de los diferentes sectores, rápidamente acuñaron en la práctica, lo que se conoce como trabajo remoto o teletrabajo, un concepto que existe desde hace mucho tiempo gracias al avance de la tecnología y en función de los cambios culturales y generacional que van a dar lugar a los nuevos trabajos del siglo XXI,
Ya con el decreto de Aislamiento Social Obligatorio, emitido por el gobierno nacional el pasado 19 de marzo de 2020, seguir con las actividades laborales en tiempos de cuarentena, hace que las diferentes herramientas y plataformas tecnológicas y digitales, con el objetivo de seguir trabajando a distancia y al mismo tiempo, respetando el necesario aislamiento social.
“Más allá de este contexto en particular que afecta a todo el mundo, en nuestra empresa tenemos todos los dispositivos preparados para que los colaboradores puedan trabajar desde sus hogares. No necesitamos tiempo de preparación, lo podemos hacer de un minuto a otro, es parte de nuestra cultura de trabajo, de hecho es un hábito en nuestra compañía que todos los colaboradores dispongan de ello dos veces por semana, a elección”.
“Entre las principales herramientas que se están utilizando, se destacan Google Drive, Hangouts, Gmail, Jira, Slack y Zoom. Todos tenemos la posibilidad de usar notebooks para poder tener esta movilidad, necesaria para estar siempre conectados y desde cualquier lugar, y mucho más, en esta circunstancia que obliga a estar aislados en nuestros hogares. La vida sigue, y la posibilidad de continuar con nuestras tareas laborales es el teletrabajo o trabajo a distancia”, cuenta Fernando Judzon.
“La modalidad y jornada laboral combinada con reuniones diarias, en forma virtual, donde cada uno cuenta en qué está trabajando, qué bloqueos tiene y cómo sigue su día. Esta práctica que para muchos es novedosa y necesitan un tiempo de adaptación, en nuestra empresa está muy instalada en nuestros equipos, lo que hace que en esta situación especial como la que estamos atravesando, solo se necesita mantenerla activa vía call”.
“WhatsApp también nos permite estar en línea en tiempo real. Hemos formado una lista de difusión para que todos nuestros colaboradores se enteren rápidamente de las posibles eventualidades, y de esta manera, logremos estar alineados y actuar rápidamente ante cualquier necesidad”, agrega.
Para que los negocios sigan su curso y para que no decaigan ni la productividad ni la motivación de quienes realizan las tareas desde sus hogares, la modalidad de trabajo a distancia puede ser clave en tiempos de coronavirus. Lo cierto, es que si bien la productividad de muchas actividades se puede mantener gracias a estas herramientas tecnológicas, esto no sería posible sin el compromiso, profesionalismo, confianza y trabajo en equipo de todas las áreas, integrantes y colaboradores.