Apagar el despertador, saltar de la cama, darse una ducha rápida, tomar un café y dirigirse a la oficina es la manera habitual de empezar el día para miles y miles de personas, aunque no todas ellas lo hacen de buena gana. De hecho, muchas no se sienten a gusto en los lugares en los que trabajan.
“Los espacios de trabajo suelen diseñarse sin un propósito o con uno muy elemental, …