Es importante señalar que la capacitación es una iniciativa que está regulada, por lo que las empresas tienen la obligación de capacitar a su personal. Y, actualmente, debemos buscar esquemas de capacitación, acordes al contexto que estamos viviendo, a nuestro tipo de negocio.
Cuando tenemos a nuestro personal totalmente centralizado con el 100% de los empleados en un mismo lugar, diría que la capacitación presencial es la fórmula correcta que aporta muchas ventajas. No obstante, el problema se agudiza cuando tenemos “pulverizada” a nuestra fuerza laboral en toda la República o toda Latinoamérica; en este caso, reunir a los equipos para capacitarlos se puede convertir en un impedimento económico, y es ahí donde tenemos que buscar nuevas alternativas, pero lo cierto es que la digitalización de la capacitación nace, en principio, por un tema logístico.
La capacitación presencial denota un énfasis en las habilidades que llamamos suaves o humanas, es decir, es mucho más fácil capacitar a la gente de forma digital en temas técnicos. Para cuestiones técnicas o tecnológicas la capacitación digital es muy virtuosa, pero cuando hablamos de cuestiones ligadas a habilidades humanas como pueden ser, por ejemplo, el liderazgo o la comunicación, siento que la capacitación virtual todavía no las resuelve, es decir, no es que no se pueda hacer pero siento que es mucho más eficiente tener a un facilitador que te pone ejemplos, que te puede observar, te puede dar correcciones sutiles en cuanto a tu estilo de comunicación o tu habilidad de trabajo en equipo o tu liderazgo o inteligencia emocional, y eso marca la diferencia.
No obstante, afortunadamente, hoy ya no tenemos que elegir entre una u otra, ya que existen Modelos que son Blended, es decir, una parte de la capacitación es digital y otra es presencial.
Asimismo, es importante destacar que cuento más alto es el nivel de ejecutivos a capacitar o más complejo sea el tema del cual se va a capacitar, más se requiere la intervención de un ser humano para dirigir y supervisar.
En cualquiera de los casos, ¿cómo medir la eficacia de una capacitación?
La calidad y eficacia de una capacitación se mide bajos los mismos parámetros:
1.La experiencia; es decir, si la experiencia para los participantes fue positiva, si les gustó el coach, si fueron sesiones dinámicas, si les entretuvo.
2. El aprendizaje. Qué tanto aprendieron.
3. La práctica. Hasta dónde practican lo que aprendieron.
4. El resultado. Hasta dónde lo que aprendieron les generó el resultado positivo que están buscando.
La evaluación del resultado en los empleados a veces está a cargo de la organización o de la empresa contratada para dicha capacitación.
Finalmente, creo que la capacitación en modo virtual será todavía más utilizada en el futuro. De hecho, las tendencias en los modelos educativos internacionales más avanzados hablan de una educación donde el conocimiento se adquiere de forma individual y la práctica ya depende más de un profesor. Es decir, antes íbamos a la escuela a que el maestro nos enseñara y luego íbamos a la casa a practicar.
Ahora nos dan información que está en internet para que estudiemos y después vamos a hacer la tarea a la escuela, para que el maestro nos aclare todas nuestras dudas, asumiendo que, previo a ello, ya hemos aprendido por nuestra cuenta. En este sentido la capacitación virtual se va a desarrollar muchísimo, ya somos nosotros los responsables de aprender, y asistir a una clase supone ir a perfeccionar aquello que ya aprendimos.
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