Seguramente en estos tiempos ya todos hemos escuchado de los beneficios del trabajo virtual. Sin embargo, a pesar de que en otras partes del mundo esta es una realidad avanzada, en México algunas compañías aún están renuentes a permitir que sus empleados e incluso sus mismos líderes de equipo tengan esta facilidad, ¿pero por qué?
Comencemos por definir que el “Home Office”, “Virtual Office” o “Teletrabajo” significa trabajar desde cualquier lugar. Esta modalidad brinda innumerables ventajas a aquellos que la ejercen, tales como: reducción de estrés, reducción de tiempo en tráfico (en promedio 24 horas al mes en ciudades como la CDMX), reducción de costos en transporte hacia la oficina, aumento de productividad y reducción de costos para las compañías, entre otros.
Hoy, las tecnologías existentes brindan infinidad de posibilidades. Podemos responder un e-mail desde el teléfono celular, tomar una videollamada desde el otro lado del mundo con soluciones como Avaya IX Workplace y Avaya Spaces que proporcionan todos los canales de comunicación tales como videollamada, llamada de voz y mensajería instantánea en una sola herramienta que puedes instalar en cualquier dispositivo móvil.
Hace 10 o 15 años realizar trabajo virtual no hubiera sido rentable (ni siquiera imaginable), ya que como recordarán, cuando comenzaron los celulares las llamadas tenían un costo elevado, además de que no eran accesibles para todos. Vamos más atrás en el tiempo con los famosos “Bipers” los cuales funcionaban sólo para mensajería unidireccional donde el receptor recibía un mensaje numérico con el número al cual se debía comunicar, y si no tenía cerca un teléfono o acceso a celular, el emisor del mensaje tenía que esperar. No existían los medios de mensajería instantánea y por supuesto no había videollamada. En esos tiempos era comprensible que se exigiera la asistencia diaria a una oficina física ya que no se contaba ni la tecnología ni los medios que existen ahora para comunicarse y colaborar.
En la actualidad dispositivos como el Avaya Vantage nos permiten disfrutar de una interface gráfica tipo “touch screen” con aplicaciones de productividad y comunicación en nuestro escritorio, o bien, transformar de manera muy rápida nuestra oficina en casa en una sala de videoconferencias por medio del Avaya IX Collaboration Unit CU-360 que gracias a su simplicidad de instalación los usuarios pueden fácilmente conectar una cámara inteligente a la pantalla en su oficina y disfrutar de la experiencia de colaboración remota mediante una red inalámbrica con acceso a internet en cuestión de minutos.
Entonces, ¿Por qué a pesar de que el año pasado se aprobó la Reforma de la Ley Federal del Trabajo en materia de Teletrabajo en México seguimos sin creer en los beneficios de laborar desde casa? De acuerdo con las estadísticas únicamente cuatro de cada 10 empresas en México permiten esta modalidad de trabajo y son muchas las razones por las que esto sucede, probablemente la más fuerte en este momento sea por un tema generacional.
Si evaluamos la situación, la mayoría de las personas que ocupan un puesto gerencial son precisamente ejecutivos que los primeros 10 o 15 años de su vida laboral la transcurrieron justo en la época en la que la tecnología no daba para imaginar siquiera en trabajar desde casa y además ser productivo, y que tal vez consideran que hacer home office es una forma de incumplir con las actividades laborales por prestar mayor atención a las personales, o el típico pensamiento de que a los “millennials” no les gusta trabajar como a las generaciones anteriores.
Pero las nuevas generaciones que actualmente laboran en oficinas físicas son un poco más conscientes acerca de los beneficios de la tecnología que les rodea y el por qué hacer trabajo remoto representa más una ventaja que desventaja. Ellos entienden y valoran que una oficina virtual puede ser igualmente productiva, si no es que más, y puede permitir una vida más equilibrada. Se dan cuenta de que los beneficios de una oficina virtual no son solo para quienes hacen el trabajo, sino también para la empresa e incluso para el medio ambiente. Se proyecta que para 2020 los millennials representen el 35 por ciento de la fuerza laboral mundial y se dupliquen para 2024. En México hay alrededor de 39 millones de ellos. Según Deloitte el 75% de millennials preferiría trabajar desde casa donde creen que serían más productivos.
Las empresas pueden reducir significativamente los costos fijos tales como el consumo de electricidad, agua o gastos de infraestructura, y ¿a qué empresa no le gusta ahorrar dinero? Imagine cuánto ahorro habría para aquellas compañías que actualmente están proporcionando cupones de gasolina o pagando estacionamiento a sus empleados, si se permite al menos un día a la semana de trabajo remoto. Según la empresa de talentos Manpower, en México el 57% de las empresas ya permiten a sus empleados trabajar desde casa.
Pero todas estas ventajas de trabajar a distancia representan un reto importante para las organizaciones que consiste en poder satisfacer las necesidades de esta nueva generación de trabajadores que demanda que las empresas les provean de herramientas adecuadas para realizar sus tareas mientras se reduce la complejidad y los costos. La respuesta puede ser simple. Herramientas como Avaya Spaces ayudan a las empresas a ofrecer funcionalidades de Colaboración, Video y Reuniones Virtuales desde la Nube y con la simplicidad que los usuarios requieren.
No subestimemos los resultados de trabajar desde casa, está comprobado que la productividad aumenta, y que los empleados tienen mayor lealtad hacia la empresa que les permita mantener en balance su vida personal y profesional.
Seamos el ejemplo para generaciones futuras, dejemos atrás el pensamiento de que el trabajo en casa es sinónimo de no trabajar y recordemos que vivimos en una era tecnológica con infinidad de posibilidades a las cuales podemos sacarles el 100% de provecho para beneficio, tanto del empleado como de la empresa.
*Directora de mercadeo Avaya México