Baja productividad, escasez de metas y desmotivación del personal son algunas de las repercusiones que pueden generar en sus equipos de trabajo aquellos jefes que en vez de hacer partícipes a sus subordinados en el desarrollo y logro de los objetivos impuestos por la organización, optan por no delegar responsabilidades, asumiendo íntegramente las tareas asignadas…