Las medidas de flexibilidad están ganando espacio con respecto a las regulaciones de empleo. Esta es una de las principales conclusiones del informe Un año de efectos de la Reforma Laboral del IV Barómetro del Mercado de Trabajo del Instituto para las Relaciones Laborales y Empleo (IRLE) de la Fundación Sagardoy que, en esta ocasión, ha contado con la colaboración de la Asociación Española de Dirección y Desarrollo de Personas (Aedipe).
Las medidas promovidas por la Reforma Laboral están teniendo un efecto muy favorable como instrumento alternativo a la extinción de contratos de trabajo. En este sentido, la reducción de la jornada ha registrado un crecimiento superior al del número de los procedimientos de regulación de empleo. Sin embargo, los efectos de la crisis económica siguen impidiendo la posibilidad de que la Reforma Laboral muestre todos sus beneficios, en especial porque la evolución de la actividad económica es la que marca el incremento del número de puestos de trabajo y la consiguiente reducción del desempleo. Por lo que puede afirmarse que este primer aniversario de la Reforma Laboral no es tiempo suficiente para realizar una valoración completa sobre los vicios y virtudes de la norma.
En materia de negociación colectiva, el ritmo de los nuevos acuerdos no se recupera y mantiene su tendencia negativa desde el inicio de la crisis. A pesar de este panorama, la Reforma Laboral ha logrado avanzar en dos aspectos: La estructura de negociación, donde se registra un incremento en el número de trabajadores cubiertos por la negociación empresarial (que pasa de un 9,9% a un 12,4%) y de la sectorial nacional (del 26,7% al 31); así como al contenido de convenios, donde la contención salarial se ha aproximado a los niveles pactados en la negociación salarial empresarial y supraempresarial.
El informe Un año de efectos de la Reforma Laboral precisa que, en materia de aumentos salariales pactados, las negociaciones empresariales están siendo superiores a las supraempresariales, ya que ante el riesgo de inaplicación, los convenios de ámbito superior están siendo más restrictivos en los incrementos.
El contrato indefinido de apoyo a los emprendedores también ha aportado beneficios. A través de esta modalidad, las empresas de menos de 50 trabajadores ha aumentado la tasa de contrataciones de indefinidos, mientras que, en las compañías con hasta 25 empleados, los niveles de contratación han alcanzado a los registrados durante 2008. En este sentido, la tasa de contratación indefinida ha pasado para las pequeñas y medianas empresas del 4% al 6%, aunque prosigue la tendencia general a la contratación temporal.
El Barómetro también apunta que, en la nueva regulación de los costes de despidos, se ha reducido considerablemente el número de casos de improcedentes reconocidos, a favor del despido por causas objetivas y los ERE extintivos objetivos.
Si bien durante el último año no se ha logrado revertir la tendencia de destrucción de puestos de trabajo, sí se ha logrado desacelerarla. Un primer paso importante para, finalmente, lograr poner un punto final a la crítica situación del empleo. Con un periodo de tiempo relativamente amplio, las virtudes de la Reforma Laboral y una mejora de la situación económica serían los motores capaces de revertir la situación actual.