Se imagina poder llegar a una tienda y preguntar: buenas tardes. ¿Tiene brazos derechos para la venta?, o decirle al dependiente: ¿me vende un ojo izquierdo, tamaño mediano?
La escena no está lejos de hacerse realidad. Como también podría llegar usted donde el médico y decirle: doctor, ¿me podría implantar, por favor, un chip de tres gigas de memoria?â y salir de allí sintiéndose más inteligentes…