La figura del emigrante que deja su tierra entre sollozos es ya algo del pasado. Al menos para los altos directivos. La crisis parece haber enterrado para siempre el hastío con que muchos españoles afrontaban el reto de salir del país para desarrollar su carrera profesional en el extranjero. El porqué no solo se encuentra en los casi seis millones de parados. Y no solo afecta a jóvenes sin experiencia…