Poco ruido… muchas nueces. Invertir el orden de este viejo aformismo suena tan raro y paradójico como hablar de un líder que es silencioso, quieto y observante. Sobre todo porque la dirección normalmente es asociada con dinamismo, carisma e iniciativa permanente. Pero no hay nada extraño, pues el líder silencioso existe y lo podría identificar perfectamente ese refrán alterado: poco ruido…