Una isla paradisíaca. Viajes. Una casa de lujo junto al mar. Un salario de US$110.000. Ese fue el trabajo que se ganó el británico Ben Southall en 2009. «El mejor trabajo del mundo», como lo catalogaron. Tres años después, ¿qué pasó con él?
Southall venció a 34.000 personas que postularon al puesto y aceptó el cargo acompañado de quien entonces era su novia.
Su labor era pasar los siguientes…