Un colega postuló una vez a un puesto de operador en un banco de inversión del centro financiero de Londres.
Durante la entrevista le preguntaron: «¿Cuántas monedas podría meter en esta habitación?».
Inmediatamente empezó a calcular y, tras más o menos un minuto, anunció un estimado aproximado.
No lo contrataron.
Lo que el banco quería era alguien que saliera con cualquier respuesta pe