Resulta utópico imaginar una oficina sin un jefe que dirija, oriente, contrate o despida al personal de una empresa. Algunos expertos aseguran que esta situación sería un completo desastre, porque en ella reinaría la anarquía. Otros, en cambio, señalan los beneficios de un lugar de trabajo sin jefes, donde los títulos y los cargos no existen, un escenario que, según los estudiosos, propiciaría…