Para el presidente de la Asociación de Empleadores, el asunto está claro: los planes del ministro del Trabajo para instituir el «derecho a trabajar desde casa» son «puras tonterías», dijo Ingo Kramer.
Según él, la idea está planteada de tal manera que un empleador «tendría que disculparse si no lo puede organizar». Pero también está claro que la pandemia ha cambiado el mundo del trabajo en Alemania.
Aparte de varios rebrotes controlados, la situación en Alemania se ha estabilizado, por lo que las empresas están empezando a llamar a sus trabajadores a las oficinas. Por otro lado, muchos empleados, especialmente los que tienen que viajar al trabajo diariamente, han descubierto que disfrutan trabajando desde casa.
Un estudio reciente del Instituto Fraunhofer de Ingeniería Industrial (IAO) lo confirma: muchas de las 500 empresas encuestadas tienen previsto trasladar más labores de oficina a casa. La gran mayoría ha tenido buenas experiencias con esta forma de trabajo. Sin embargo, el estudio también revela desventajas: para muchos, el teletrabajo termina invadiendo el tiempo libre y de descanso. La interrogante queda: ¿hay una obligación de volver a la oficina o hay un «derecho a tener un despacho en casa»?
Las medidas de protección siguen vigentes porque la pandemia no ha terminado. Por eso, ningún empleador puede levantar estas regulaciones para su negocio, enfatiza Boris Dzida, especialista en derecho laboral del bufete Vreshfields/Bruckhaus/Deringer.
«La decisión de dar por terminada la pandemia en Alemania será tomada por el Instituto Robert Koch. Y mientras la pandemia siga activa, los empleadores tienen la obligación de reducir al máximo el riesgo de infección de sus empleados”. Esto significa que las empresas deben elaborar y aplicar un concepto de protección para ellos.
El miedo por sí solo a una posible infección en el lugar de trabajo no es suficiente para una negativa de los empleados a regresar a la oficina. «Sin embargo, sí aplica otro aspecto», dice Boris Dzida, «si un empleado pertenece a un grupo de riesgo y el empleador no puede elaborar un concepto efectivo de protección, puede tener excepcionalmente derecho a trabajar desde casa», resume el experto en derecho laboral.
Por supuesto, siempre depende de las circunstancias de cada caso. Por ejemplo, si esos empleados pueden hacer su trabajo en oficinas individuales, en lugar de colectivas, están expuestos a la menor cantidad posible de contactos con clientes o se les exige que lleven mascarillas en los ascensores, entonces, según Boris Dzida, «incluso para los grupos de riesgo puede existir la obligación de volver a la oficina».
Sin embargo, si el tipo de trabajo no permite proteger adecuadamente a los miembros de los grupos de riesgo, estos empleados podrían, en efecto, «tener derecho a seguir haciendo teletrabajo en casa».
Por lo tanto, depende tanto de la aplicación de las medidas de protección en la empresa como del tipo de trabajo realizado. En caso de duda sobre la efectividad de las medidas de protección, los expertos jurídicos de la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB) recomiendan la participación del correspondiente consejo laboral de la empresa.
Independientemente de los drásticos cambios en el lugar de trabajo provocados por la pandemia, la cuestión de si los empleadores pueden obligar a sus empleados a regresar a la oficina también depende de si hay disposiciones al respecto en un acuerdo de empresa o en el contrato de trabajo. Reglamentos que, por cierto, ya estaban en vigor antes de la crisis del coronavirus.
Por ejemplo, si el contrato de trabajo estipula que el empleado puede trabajar desde su casa tres días a la semana, entonces, según el abogado laboralista Boris Dzida, el empleador no puede obligar al empleado a volver a la oficina a trabajar todos los días.
Cuanto más tiempo dure la pandemia, más tiempo durará la aplicación de las normas de protección. En última instancia, en muchos casos esto también significa una extensión del trabajo en casa. Sin embargo, en opinión de Boris Dzida, esta prórroga no cumple los requisitos para declararse como «práctica empresarial». En el derecho laboral, esto significa que los empleados pueden deducir de la repetición regular de ciertos tipos de comportamiento por parte de un empleador que así se procederá en el futuro.
En el caso de la pandemia, empero, Boris Dzida subraya que se trata de una situación excepcional. Por lo tanto, queda por ver cuánto tiempo continuará. En cualquier caso, la Confederación Alemana de Sindicatos espera que el Bundestag establezca pronto unas directrices claras para el trabajo desde casa. Después de todo, el gobierno federal ya había anunciado para el otoño una ley sobre el derecho a trasladar el trabajo de la oficina a la casa. Se espera una fuerte oposición de los empleadores.