«Buenos días, ¿es usted María Alonso? La llamo para citarla a una entrevista el jueves a las 10:00 de la mañana en nuestras oficinas centrales»… Con esta conversación telefónica suele comenzar un proceso de selección. Un momento clave para demostrar que eres el más indicado para el puesto. La entrevista es un filtro, un trámite necesario en el que el seleccionador intenta sacar lo mejor del candidato y evaluar su idoneidad para las funciones que le pedirán en la empresa. Pero este proceso comienza desde el minuto en que el aspirante descuelga el teléfono, ya que debe identificar la firma que le llama y la oferta a la que se apuntó. No son pocas las ocasiones en las que el reclutador se encuentra con un interlocutor perdido que no sabe muy bien por qué se le está llamando, y eso es un error muy grave que puede restarle puntos al demandante de empleo. * Según María José Martín, directora de atracción y gestión del talento de ManpowerGruop, «lo primero que tiene que hacer el aspirante es recuperar la oferta de empleo, estudiarla e intentar enlazar su currículo con los requisitos que le piden para saber en qué coincide su perfil con la oferta, qué grado de alineación tiene con los requisitos, cuáles son sus puntos fuertes y dónde tendría que reforzar sus argumentos». * Informarse sobre la organización que requiere sus servicios y las condiciones del puesto es el siguiente paso. Silvia Valdenegro, directora regional de selección de Adecco, aconseja «reunir información sobre la empresa, su filosofía de trabajo, sus valores, cuáles son sus funciones, quiénes son sus clientes, en qué están inmersos y qué proyectos de futuro tienen». Valdenegro recomienda trabajar las preguntas tipo que se harán en la entrevista…