¿Trabajo ideal? Busca al mejor jefe posible

¿Trabajo ideal? Busca al mejor jefe posible
marzo 03 10:19 2020

En el difícil trabajo de buscar empleo, cualquier pista eficaz es un tesoro. Warren Buffett sugiere que nos olvidemos de la empresa o del puesto ideal y que busquemos al jefe perfecto como garantía de éxito.

Redacción Empleo Futuro.-

Poca gente podrá ofrecerle buenos consejos si busca trabajo o quiere saber cuál es el mejor camino profesional para el futuro. Por eso, atender a las recomendaciones que ofrece alguien como Warren Buffett son una ayuda valiosa para la reinvención profesional.

El empresario e inversor estadounidense, que es el mayor accionista de Berkshire Hathaway, daba recientemente un consejo a un grupo de estudiantes preocupados por su futuro profesional y su carrera. «Antes de pensar en escalar en la vida corporativa y en conseguir el currículo perfecto que nos proporciona el trabajo ideal en la compañía soñada, lo sensato es elegir aquella organización en la que haya personas que uno admira. No tiene sentido decidirse por una empresa o un trabajo sólo porque éste vaya a quedar bien en nuestro currículo. Eso no se puede comparar con la fortuna de encontrar un jefe admirable que pueda abrirle la puerta a nuevas oportunidades. La idea es que decidamos trabajar con quien más admiramos. Y eso nos hará saltar cada mañana de la cama para ser felices en el trabajo y obtener buenos resultados».

Aunque sorprendentes, los consejos de Buffett no son nuevos. Hace ya un lustro que William J. Raduchel, también inversor, profesor de economía en Harvard y ejecutivo en AOL Time Warner, Xerox o McGraw-Hill, aconsejaba que no debemos escoger un trabajo, sino a quien nos va a mandar.

«Su primer jefe es el factor de éxito más importante de su carrera. Un superior que no confía en usted no le dará oportunidades para crecer».

Un buen jefe en una compañía mediocre nos protege, ayuda y motiva. Un mal jefe en una buena compañía nos frustra personal y profesionalmente. Y un buen jefe en una buena compañía desbloquea todo nuestro potencial.

Así, no parece que sea descabellada la idea de conseguir un buen mando en vez de un buen sueldo, ascensos o cualquier otro argumento cuando se busca trabajo. Cada vez más organizaciones se dan cuenta de que las exigencias de quienes trabajan en ellas no están enfocadas únicamente hacia los valores de esa firma, a la marca o al proyecto.

Los jefes son el gran objetivo, y la calidad de éstos se ha convertido en un argumento de captación y retención de nuevo talento. Esto supone llevar a nuevas cotas el principio de que «la gente no se va de sus empresas, sino de sus jefes». Y en este caso, cada vez más profesionales deciden rechazar una compañía si sospechan que su jefe les hará la vida imposible y obstaculizará su desarrollo de carrera.

Elegir a quien manda

Que esto no es una utopía lo demuestra el hecho de que incluso algunos portales de empleo han dejado de centrarse en las ofertas de trabajo para enfocarse en la calidad de los jefes que le pueden tocar a uno.

Parece evidente que las empresas prestan cada vez más atención al ambiente laboral que generan sus directivos, y lo miden con encuestas de clima en las que se pregunta si el jefe se preocupa por el desarrollo profesional y la creación de equipos; si ofrece tareas que ayuden a crecer; o si es accesible. Los resultados de estas encuestas se tienen en cuenta para las promociones profesionales y para los bonus.

Un ejemplo de esta búsqueda del buen mando como reclamo para el talento valioso es GetaGreatBoss, un sistema de clasificación que ayuda a las personas que buscan empleo a identificar compañías que tienen líderes excepcionales creado en 2009 por Gavin Symanowitz precisamente sobre la base de que «las personas se unen a las empresas, pero se van de los jefes».

La diferencia principal de GetAGreatBoss.com radicaba en la calificación que obtiene cada mando en el sitio web. La clasificación se consigue en función de los comentarios que los empleados de las empresas envían a la plataforma.

La tiranía de la transparencia hace posible este modelo de sinceridad, que tiene ejemplos en aplicaciones como Memo, que permite a sus usuarios incluir mensajes anónimos sobre los empleadores y los jefes.

De forma similar, Yik Yak o Whisper, facilitan la sinceridad online al brindar a los empleados de cualquier compañía la posibilidad de contar cuánto cobran, cuál es el estilo de gestión de sus mandos, la eficacia de éstos y muchas otras protestas directas.




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