Si algo nos ha enseñado este necesario confinamiento por COVID-19 es que no todo es tan urgente ni tan presencial como pensábamos. El trabajo en remoto es viable. Y cada vez más frecuente. Aquí van algunos ejemplos: grafista, técnico de IT, asistente remoto, educador, programador, project manager, abogado, administrador de sistemas… Cientos de oficios desarrollados desde el hogar con total normalidad, gracias a soluciones de conexión remota como SupRemo.
Esto no significa que tu tiempo se convierta en un constante procrastinar saltando de meme en meme. Al contrario: generaciones de artistas, literatos y científicos nutrieron la historia en días de incomunicación. Sin Netflix ni WhatsApp, lejos de frenar la productividad, esta cuarentena impuesta puede ser un acicate para potenciar la creatividad y la eficiencia.
Durante las últimas semanas hemos leído decenas de hilos y consejos para trabajar en casa. Que si quédate en pijama para fomentar la creatividad, que si mejor blazer y gomina para evitar la desidia… desde los que renovaron silla de escritorio y decorado hasta quienes se saben curtidos en el oficio del freelancismo, trabajar desde casa es más sencillo que nunca. Y lo es gracias soluciones como SupRemo, que permiten una conexión remota segura, fiable y estable.
Shakespeare, Byron o un pobre Edvard Munch recluido con gripe española nunca tuvieron nuestras oportunidades, nuestras redes de comunicación. Tu hogar es un espacio seguro. De acuerdo, si sois muchos tal vez necesites recurrir a unos auriculares de cancelación de ruido, pero el resto está hecho. Con un PC y las herramientas adecuadas, el resto —quedarse en pijama o vestir americana— depende de ti.
Trabajar desde casa no es algo traumático, más bien al contrario. Concede libertad y autonomía. Como dicen, la creatividad no hace cuarentena: discos de música y libros se publican semanalmente mientras peluquerías y tiendas de barrio abren poco a poco. La soledad es compañera del genio.
Y aplicaciones como SupRemo brindan la opción de acceder a nuestros equipos de oficina sin exponernos. Ni siquiera es necesaria la intervención humana para iniciar sesión. Podemos activar este software de control remoto automáticamente, al iniciar Windows desde el PC que vayamos a controlar, de manera segura y cifrada. Esas carpetas con archivos de contabilidad estarán a salvo.
La pregunta se impone: ¿y qué es SupRemo? Probablemente ya conozcas esta herramienta para conectarnos a cualquier dispositivo de forma remota. Windows, macOS, Linux (utilizando Wine), Android y iOS.
La mejor noticia es que, además de contar con económicos planes para uso comercial, SupRemo es completamente gratuito para uso privado. Un software que ofrece una conexión segura y encriptada, compatibilidad con UAC y la posibilidad de elegir entre contraseña dinámica o estática y que permite a los usuarios gestionar ficheros y carpetas entre el ordenador que manejan y al que están conectados en remoto, gracias al File Manager y a la funcionalidad Drag&Drop.
La aplicación forma parte de las soluciones integrales de Nanosystems, empresa de desarrollo independiente de software, como Uranium Backup y USilio, fundada en 1986 con sede en Italia.
SupRemo se compone de un único archivo ejecutable de apenas 7 MB (para Windows) que no requiere ni instalación, ni configuración del router ni cortafuegos. Si estás acostumbrado a otro tipo de soluciones en las que tendrás que conceder permisos y configurar de forma manual el puerto del router, la operatividad de SupRemo te parecerá cosa de magia.
SupRemo no solo nos permite trabajar con total movilidad, sino que también mejora nuestra vida laboral gracias a potentes funciones como:
Decíamos que el software de SupRemo lleva la simplicidad por bandera. Esto es algo que se aprecia en cada ventana de la aplicación, evitando las configuraciones plagadas de opciones que echarían para atrás a cualquier usuario novato en el uso de escritorios remotos.
Si ahondamos un poquito más en la aplicación, el panel central se compone de cuatro secciones: Conexión (tanto la ID para recibir como la remota para conectarnos), Contactos (con libreta de equipos y usuarios vinculados), Herramientas (con secciones para comprobar informes, bloquear usuarios, o cambiar permisos en la versión para macOS) y Licencia, el apartado dedicado al número de versión, código de activación y tipo de cuenta de la que somos dueños.
En cuanto a los planes, como es habitual, estos se adaptan de forma modular a las necesidades de cada situación. Existen dos alternativas “Solo” y “Business”, trimestral y anual con un coste aproximado desde 5€/mes para conexión. A mayores, puedes añadir conexiones adicionales en función de tus necesidades, a partir de 13€ por conexión.
Por ejemplo, pongamos que somos un fotógrafo profesional. Si necesitamos software de acceso remoto para controlar el PC del estudio desde casa, con una única cuenta del plan SupRemo Solo tendremos acceso de manera segura, sin necesidad de pagar por otra licencia extra del software de edición y diseño, lo que además supone una simplificación de entornos entre sistemas operativos y problemas de compatibilidad.
Si, en cambio, trabajamos en un equipo de técnicos informáticos, con un plan SupRemo Business, cada técnico puede controlar varios equipos de manera simultánea, o dar soporte remoto a decenas de clientes en soluciones de software corporativo.
Hay quien considera este aislamiento necesario algo único en la historia, una maldición cruel. Pero, como apunta el proverbio, toda crisis es también una oportunidad.
Con pleno circuito del teatro clausurado y escasos ahorros, Shakespeare hizo suyo el dicho y concibió algunas de sus mejores obras. En las calles de Londres fallecieron entre 70.000 y 100.000 personas. Él fue un afortunado y saldó su deuda con la humanidad. Quizá no todos podamos ser tan creativos como el genio inglés, pero al menos tenemos la opción: nuestro mundo virtual propone una ventana extra para aprender del pasado, comunicarnos y seguir generando empleo.