Puede pasar que un reclutador te lance de repente una de esas preguntas que no estás seguro si deberías contestar; y es que, a veces, requieren que des información personal que no tendría que ver mucho con el empleo.
Por eso, si alguna vez llegas a estar en este caso, te compartimos algunos consejos sobre lo que podrías hacer.
La verdad, es que ningún empleador debería preguntarte sobre tu familia; pero, una forma de responder es decir que, independientemente de tu situación familiar, tú eres capaz de cumplir con todas las obligaciones que requiere el puesto, según aconseja la coach de empleo, Alison Doyle.
De esta forma, le estás dando una respuesta, pero sin responderle realmente.
Se considera inapropiada porque nadie te puede discriminar basándose en tu ciudadanía o lugar de origen. Si decides contestar, podrías hacerlo vagamente y decir algo como: “He vivido en muchas ciudades diferentes, pero estuve en San Francirso por cinco años”, según recomienda la coach de carrera, Angela Copeland.
Aunque podría sonar como una pregunta inofensiva, en realidad es inapropiada en el sentido de que te la podrían hacer para calcular tu edad, y este dato no debería importar para saber si te contratan o no.
En estos casos, podrías preguntar amablemente para qué necesitan esta información. De esta forma, dependiendo de lo que el entrevistador te diga, serás capaz de contestar de forma más directa.
Es cierto que puede ser complicado contestar este tipo de preguntas, ya que si eliges responderla, y no das la respuesta que busca tu empleador, podrías poner en riesgo tu candidatura en el trabajo; pero, si te niegas, podría parecer que estás a la defensiva o que eres un poco hostil.
En estos casos, en cualquier tipo de pregunta inapropiada también te podrían ayudar los siguientes consejos:
De esta forma, tendrás más control sobre la entrevista y contestarás de forma que tú consideres pertinente, sin dar información que te pueda perjudicar o te haga sentir incómodo.
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