No hace falta decir que actualmente nos encontramos en una coyuntura recesiva de la economía, y por tanto, en una etapa muy complicada tanto para los directivos, así como para los empleados de la mayoría de las empresas. Por un lado los directivos han de lidiar con una plantilla estresada, trabajando a un ritmo más acelerado que en los años anteriores a la crisis, con menos ârecursosâ para reducir