La entrada a los conflictos muchas veces es gratuita, pero la salida puede ser extremadamente cara. Por ello, y a pesar de que nos la pasamos gestionando conflictos, hay que ser consciente de alguno de sus costos tanto económicos como humanos: el deterioro de las relaciones, la pérdida de negocios, las demandas por incumplimiento contractual, la pérdida de talento, la desatención de otros…