El país de los «minijobs» carece de uno de los derechos laborales por antonomasia: el salario mínimo. Eso es porque en Alemania, la regulación laboral se deja a los convenios laborales. Cada sector establece sus propios salarios, vacaciones y jornada laboral. Eso facilita la creación de los «minijobs», pequeños trabajos por apenas 400 euros, pero también la existencia de algunos de los salarios…