El salario mínimo, vital y móvil de la Argentina reafirmó su fortaleza y volvió a ubicarse como el más poderoso de Sudamérica en términos adquisitivos y entre los más altos a nivel mundial.
Así lo destacó un análisis realizado por el Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano (UB), que conduce el economista Víctor Beker.
Tras la última sesión del Consejo de la Producción, el Empleo y el Salario Mínimo, la remuneración base a nivel nacional pasó de $2.300 a $2.875, piso que ya subió en septiembre último a $2.670 y en que febrero próximo completará el incremento establecido, consigna la agencia Télam.
De esta manera, el salario mínimo argentino se ubicó al tope de las remuneraciones básicas sudamericanas, no sólo en términos absolutos sino fundamentalmente en capacidad de compra.
Para ello, la comparación se realiza utilizando la paridad de poder adquisitivo (PPA), que mide qué cantidad de bienes y servicios puede adquirirse con un sueldo en cada país.
Así, señala Télam, el sueldo mínimo de los empleados registrados argentinos posee hoy la misma capacidad adquisitiva que u$s746 en Estados Unidos.
Una vez concretado el segundo aumento convenido, en febrero, el piso salarial argentino equivaldrá a u$s768 PPA.
«A nivel regional, el salario mínimo real argentino lidera el ranking sudamericano al ser 10% superior al piso salarial paraguayo, que se ubica segundo», destacó Beker, que también tiene a su cargo la administración del sitio web El Salario.
No obstante, remarcó que «en el caso de Paraguay, dicho mínimo legal está por encima de lo que gana la mayoría de los trabajadores en ese país».
La remuneración mínima boliviana ocupa la última posición en la tabla con u$s282 PPA, en tanto que el mínimo brasileño alcanza los u$s378 y se ubica en el octavo puesto del ranking, por encima de Venezuela, donde ese piso es de 337.
Detrás de Paraguay, con u$s680 PPA, se ubican Chile, con 512; Perú, con 487; Colombia, 478; Ecuador, 476; y Uruguay, 422.
En el caso de Uruguay, sin embargo, ha sido el país que más aumentó el poder de su mínimo en los últimos años, pasando de u$s230 en 2007 a u$s422 este año, lo que representó un crecimiento de 83,29% y le permitió pasar del noveno al séptimo puesto a nivel continental.
A diferencia de la Argentina, que siempre estuvo a la vanguardia y cuya capacidad de compra de salario mínimo creció 25,69% en su PPA -en línea con los aumentos promedios de los últimos cinco años-, Uruguay debió casi duplicar su piso.
De hecho, la variación con respecto al año pasado fue de 48%, lo que demuestra que el gobierno de José Mujica decidió atender sustancialmente el mínimo que percibían los trabajadores del país.
Beker subrayó que «la recuperación de la capacidad de compra de los salarios mínimos parece ser un fenómeno regional», y precisó que «a excepción de Venezuela, todos los países sudamericanos exhibieron progresos en sus pisos remunerativos en los últimos cinco años».
En el caso de Argentina, en 2007, el mínimo era de $980, equivalentes a u$s611 PPA. Al año siguiente el piso aumentó a 1.240 pesos y la PPA pasó a 716 dólares, un crecimiento de 26,5 y 17,18%, respectivamente. En 2009, el mínimo llegó a 1.500 pesos, y no obstante el incremento de 20,96% la PPA bajó a 676 dólares.
Pero en el Bicentenario, el piso salarial aumentó a $1.840, 22,66% que un año antes, y la PPA también escaló a u$s694, lo que representó una suba de 2,66%, consigna Télam.
El año pasado el mínimo se incrementó a $2.300, 25%; y la PPA trepó a u$s792 , con un crecimiento de 14,12 por ciento.
El último aumento del piso salarial fue también de 25%; aunque la PPA retrocedió a 768 dólares. Sin embargo, en este periodo, la cotización del dólar se incrementó 10,2%, pasando de $4,23 a 4,67 pesos.
En cambio entre septiembre de 2009 y septiembre de 2010, el valor de la moneda norteamericana se había revaluado en menor proporción: 6,8%, de $3,96 a 4,23 pesos.
