La crisis ha disparado el número de jóvenes españoles (15-29 años) que ni trabajan, ni estudian ni se forman, los conocidos como «ninis» y que la Unión Europea califica oficialmente como NEETs (not in Education, Employment or Training). El perfil es claro: hombre en paro con experiencia y que no cree que vaya a encontrar empleo.
En el último informe publicado por Eurofound, la agencia europea encargada de investigar sobre el asunto, los datos son alarmantes para España: el número de «ninis» en España se ha incrementado un 34,4% entre 2008 y 2011 y ya suponen el 21,1% del total de la población en esta franja de edad.
La media de la Unión Europea se sitúa en el 15,4% del total de jóvenes que ni estudian ni trabajan, mientras que el incremento desde 2008 es del 13,2%. La OCDE situaba recientemente la tasa de «ninis» española en el 23,7%.
En el caso de España, el problema es que la crisis ha agravado el problema más que en el resto de Europa, ya que el porcentaje de ninis en el país en 2007 era del 13,1%, mientras la media de la Unión Europea era entonces del 13,2%.
Es decir, España ha pasado de estar un poco por debajo de lo habitual en la UE a tener el quinto nivel de ninis más alto de Europa, solo por detrás de Bulgaria (24,6%), Grecia (23,7%), Italia (22,7%) e Irlanda (22%).
La UE también ha cuantificado el impacto económico de este fenómeno: en el caso de España supone el 1,47% del PIB, unos 15.740 millones, entre el coste de los subsidios y la producción perdida.
El perfil del «nini» español
El perfil del «nini» español, según el estudio de la UE, sería el de un hombre en paro con experiencia laboral, y se englobaría dentro del grupo de países más severamente afectados por la crisis junto a Portugal, Irlanda y las repúblicas bálticas.
Asimismo, el «nini» español entra dentro de la categoría de «desanimados», es decir, aquellos que no buscan empleo porque simplemente creen que no lo van a encontrar.
El informe de la UE añade que aunque las tendencias no son claras en cuanto al nivel de educación, sí que destaca que en España y el resto de países que están en el mismo grupo, el nivel de «ninis» con educación superior es mayor que la media, que también sufren las consecuencias de la pérdida masiva de empleo del conjunto del país por la crisis.
Además, avisa de que esta anomalía (el alto grado de «ninis» con educación superior) puede apuntar a problemas estructurales que dificultan la transición desde la educación al mundo laboral para los más cualificados, aunque prefiere apuntar a la crisis como factor que afecta a todo el conjunto de la juventud, independientemente de su nivel educativo.