El escenario económico en el que España tendrá que desenvolverse en los próximos años es muy complicado: los mercados dudan de la solvencia del Estado y del sistema financiero; la economía está de nuevo en recesión, con un número de desempleados creciente; y tiene que retirar de la circulación unos 20.000 millones de euros de renta e inversión para cuadrar los números que ha comprometido ante los