Un lugar de trabajo saludable implica mantener felices los cuerpos y las mentes de los empleados promoviendo actividades que ayuden tanto a la salud física de los empleados, como a su bienestar emocional, y adaptando los beneficios según los intereses de los trabajadores. Para algunos, el incentivo puede ser vestimentas o zapatos, lecciones de guitarra o yoga; para otros, tiempo con un entrenador…