Recientemente se comentaba el giro que estaba dando la política comercial de El Corte Ingles debido a la crisis. Abandonaba su imagen de precios caros, rebajando el precio de numerosos productos. Sostener la facturación exigía reducir los márgenes, y una víctima colateral (entre otros) de esta apuesta ha sido un colectivo interno: los empleados de El Corte Inglés ven en peligro sus descuentos.