En las últimas 48 horas las entregas de páginas de Google con contenidos sobre el coronavirus han ascendido de 1.3 mil millones de páginas a 2.7 mil millones. Si bien no se ha declarado una pandemia global, lo que si crece a ritmo catastrófico son la inquietud, la ansiedad y la percepción de riesgos en los mercados y corporaciones.
Para los entornos corporativos, la Comisión para la Igualdad de Oportunidades de Empleo de los Estados Unidos, EEOC, hizo del dominio público algunas recomendaciones para gestionar los espacios de trabajo ante potenciales contagios por coronavirus (COVID-19) que compartimos a continuación:
La legislación estadounidense prevé un marco regulatorio para proteger a los trabajadores de la discriminación por enfermedad. Ante la posibilidad de que una organización experimente un foco infeccioso de COVID-19 en una de sus instalaciones, la EEOC ha publicado directrices sobre “Preparación ante una pandemia en el lugar de trabajo”, que aclaran acciones a seguir gestionar los espacios de trabajo por parte de los empleadores antes y después de que COVID-19 sea declarado una pandemia en el lugar de trabajo.
Antes de la declaración de pandemia, los empleadores deben realizar un análisis caso por caso para determinar, entre otras cosas, lo que pueden preguntar a sus empleados sobre su salud, si pueden enviar a casa a los empleados con síntomas similares a los del virus, etc.
Después de tal declaración, que convierte a COVID-19 en una amenaza directa, los empleadores pueden hacer preguntas más directas sobre la salud de los empleados con el virus COVID-19, pueden enviarlos a casa si tienen síntomas, y pueden apelar a medidas como licencias no remuneradas y teletrabajo. Debido a la importancia de la clasificación de COVID-19, los empleadores deben mantenerse al día con las directivas gubernamentales para determinar la naturaleza adecuada de las investigaciones y las acciones del personal.
Los empleadores deben considerar la posibilidad de eliminar o limitar todos los viajes de negocios no esenciales a países o zonas geográficas con altas tasas de incidencia de COVID-19. También pueden pedir a los empleados que pospongan los viajes personales no esenciales a esos lugares.
Aunque COVID-19 es una epidemia, las empresas pueden preguntar sobre la exposición de los empleados a la enfermedad caso por caso en caso de haber realizado algún viaje en las últimas semanas. Si se convierte en una pandemia, los empleadores tienen una mayor capacidad para hacer preguntas sobre la exposición de los empleados. En ambos casos, los empleadores pueden necesitar pensar en limitar los viajes como un ajuste razonable basado en la condición de salud del empleado.
Las leyes federales, estatales y locales de los Estados Unidos pueden exigir a algunos empleadores que concedan a los empleados licencias con o sin goce de sueldo si ellos o su familia contratan COVID-19 y necesitan cuidarse a sí mismos o a su familia.
Las leyes de licencia también pueden brindar protección a los empleados si el gobierno declara el estado de emergencia y ordena el cierre obligatorio de los negocios. Además, los empleados que se ofrezcan como voluntarios, como primeros intervinientes, o sirvan en la Guardia Nacional pueden tener derecho a una licencia en virtud de las leyes federales, estatales o locales si están respondiendo a una emergencia de salud pública.
Si los empleados pierden su empleo debido a COVID-19, pueden tener derecho a recibir beneficios de compensación por desempleo dependiendo de donde trabajen y residan.