La oleada constante de mejoras en los vehículos autónomos me han convencido de que, dentro de poco, las carreteras estarán llenas de coches y camiones que funcionarán sin seres humanos al volante. Del mismo modo, estoy convencido de que la revolución de la inteligencia artificial permitirá que computadoras y robots hagan muchas de las tareas que hoy hacen los trabajadores administrativos…