Cuando hace casi seis años escribí el artículo titulado: âVillepin acierta con su ley para jóvenesâ, se veía que me preocupaba la situación de los más jóvenes, su falta de completar los estudios y sus limitadas alternativas para entrar en el mercado de trabajo. Me parecía importante la necesidad de que se tenía que encontrar soluciones creativas para abrir la puerta al mercado de trabajo para los